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La Premier League moderna: fluidez, globalizaci贸n y fronteras abiertas
La Premier League actual, en su mitolog铆a propia, 馃憣 gira en torno al flujo: el flujo del juego (t茅cnicamente sofisticado, "de un extremo a otro", con muchos goles e 馃憣 improbables actos de magia ofensiva); el flujo de jugadores de un pa铆s a otro y de un club a otro; 馃憣 el flujo de entrenadores, que se han convertido en los mercenarios m谩s codiciados de la nueva econom铆a futbol铆stica en medio 馃憣 de una mort铆fera rotaci贸n de contrataciones y despidos de personal de entrenadores; el flujo de propietarios, una colecci贸n cada vez 馃憣 mayor de despojadores de activos, blanqueadores de dinero, naciones estado que buscan estatus y poder global, y capitalistas de riesgo 馃憣 que quieren hacer una r谩pida ganancia; el flujo de aficionados, ya que las lealtades tradicionales se han aflojado y las 馃憣 lealtades se han vuelto m谩s transaccionales, m谩s revisables; y, sobre todo, el flujo, por encima de todo, de dinero, cantidades 馃憣 ingentes de dinero, sin las cuales ninguna de las acrobacias semanales de f煤tbol, rodillas en el suelo, abrazos de esquina 馃憣 y espect谩culo de la Premier League ser铆a posible.
El movimiento continuo es el mantra de 馃憣 la liga, tanto en la cancha como fuera de ella. Balones, libras, d贸lares, personas: todos deben mantenerse en un estado 馃憣 constante de movimiento, listos para la acci贸n en cuanto surja la oportunidad. La eliminaci贸n de las restricciones a la circulaci贸n 馃憣 de mano de obra y capital ha sido una parte clave de la emergencia de la Premier League como una 馃憣 verdadera liga internacional en las 煤ltimas tres d茅cadas. La Premier League se ha impuesto como el anuncio m谩s poderoso del 馃憣 mundo del deporte para la globalizaci贸n y su viaje de fortaleza parroquial del juego ingl茅s - todo lodo, tackleo, esp铆ritu 馃憣 de equipo, y rugosidad brit谩nica - a casa de claro de la pasi贸n futbolera mundial se puede contar en una 馃憣 sola pareja estad铆stica. En el primer fin de semana de la temporada inaugural de la Premier League, en 1992, solo 馃憣 hab铆a 13 jugadores extranjeros entre los 22 titulares; de los 533 jugadores registrados al comienzo de la temporada 2024-24, 360 馃憣 - m谩s de dos tercios - eran de fuera del Reino Unido.
La Premier League y el regionalismo futbol铆stico
馃憣 A pesar de su car谩cter verdaderamente internacional, la Premier League conserva un peque帽o pie en el regionalismo 馃憣 futbol铆stico: casi todos los 谩rbitros en el f煤tbol ingl茅s, incluso en la m谩xima categor铆a, son ingleses. De manera algo incongruente, 馃憣 una liga que ahora es el patio de recreo de los delanteros n贸rdicos p铆caros, los centrocampistas japoneses incansables y los 馃憣 managers espa帽oles de modelo de pasarela es a煤n oficiada por un n煤cleo orgulloso de 谩rbitros de casa. En teor铆a, no 馃憣 hay nada malo en esto, por supuesto. Incluso para aquellos de nosotros que vemos desde el extranjero, mantener un sentido 馃憣 de inglesidad sobre el juego ingl茅s parece importante en un mundo donde el deporte se est谩 aplanando y globalizando, donde 馃憣 las ligas de 茅lite de f煤tbol est谩n perdiendo las rarezas y las extravagancias que les dan una identidad.
馃憣 Planes sordidos como la Super Liga, por horribles que sean y aunque los fan谩ticos tengan raz贸n al 馃憣 oponerse a ellas, probablemente representen el futuro del f煤tbol de clubes 茅lite en Europa, en el que las distinciones hist贸ricas 馃憣 entre ligas se derretir谩n y el deporte se disolver谩 en una sola, baja apuesta exhibici贸n de perfecci贸n futbol铆stica sin encanto. 馃憣 Contra ese tel贸n de fondo, la persistencia de la Premier League con su pol铆tica moderada de nativismo arbitral parece casi 馃憣 sensata, como un gui帽o encantadoramente anacr贸nico a lo que queda del patrimonio futbol铆stico ingl茅s.
Desafortunadamente, 馃憣 esto es antes de considerar realmente el trabajo que producen los 谩rbitros ingleses semanalmente. Los aficionados siempre han criticado a 馃憣 los 谩rbitros, por supuesto, y los errores adjudicativos de los 谩rbitros ingleses son una rica parte de la historia del 馃憣 deporte: 驴qui茅n podr铆a olvidar a Graham Poll, el 煤nico 谩rbitro ingl茅s en la Copa del Mundo de 2006, entregando una 馃憣 tarjeta amarilla a un jugador tres veces?
Pero las cosas parecen haber empeorado en las 馃憣 煤ltimas dos temporadas, y la nueva confusi贸n de la tecnolog铆a y los asistentes de video ha convertido a los 谩rbitros 馃憣 en un foco mucho mayor de debate entre los aficionados que en los 煤ltimos cinco a帽os. De repente, los 谩rbitros 馃憣 se han unido a los jugadores y los entrenadores como uno de los personajes principales del deporte; para el fan谩tico 馃憣 dedicado, los nombres de Anthony Taylor, Michael Oliver, Chris Kavanagh y Simon Hooper ruedan tan f谩cilmente por la lengua como 馃憣 los de las mayores estrellas, y el tiempo durante la temporada de la liga est谩 marcado tanto por calamidades arbitrales 馃憣 como por goles y resultados de partidos.
No ha ayudado que los protocolos que rigen 馃憣 el uso del VAR se apliquen tan ca贸tica e inconsistentemente, sin ninguna de la comunicaci贸n clara en el juego que 馃憣 hace que la revisi贸n de video en otros deportes como el baloncesto, el rugby y el cricket sea tan efectiva. 馃憣 Los funcionarios han empeorado las cosas al litigar p煤blicamente decisiones controvertidas despu茅s del hecho en un esp铆ritu mal guiado de 馃憣 transparencia; en los d铆as y semanas siguientes a un desastre arbitral, ahora esperamos la contribuci贸n inevitable al discurso de Howard 馃憣 Webb o alg煤n tipo de la PGMOL, las disculpas vac铆as y las aclaraciones solo avivan la ira de los fan谩ticos.
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Obviamente, una gran parte del problema aqu铆 se trata de tecnolog铆a y comunicaci贸n, sobre los 馃憣 sistemas que se han implementado para desplegar a los asistentes de video y lograr el equilibrio adecuado entre justicia y 馃憣 fluidez. Pero algunos de la culpa tambi茅n recae en el personal, en los hombres que llevan las banderas, revisan las 馃憣 cintas y, lo m谩s importante, silban los silbatos. Velocidad, decisi贸n, coraje, una intolerancia a las tonter铆as continentales y la trampa: 馃憣 las cualidades esenciales para el sentido tradicional del f煤tbol ingl茅s brillan por su ausencia en el canon de los 煤ltimos 馃憣 desastres arbitrales de la Premier League, que en cambio han estado marcados por una extra帽a mezcla de pedanter铆a farisaica y 馃憣 arrogante banalidad.
驴Podr铆a abrir la Premier League a los oficiales extranjeros marcar una diferencia? 驴Es 馃憣 hora de que la liga inglesa abra las fronteras a los silbantes extranjeros, al igual que lo ha hecho para 馃憣 los jugadores, managers y propietarios multimillonarios? Esta pregunta est谩 bajo consideraci贸n real en los niveles m谩s altos: cuando la Premier 馃憣 League celebre su reuni贸n general anual la pr贸xima semana, los clubes no solo votar谩n sobre la propuesta de eliminar el 馃憣 VAR, sino que tambi茅n debatir谩n si abrir la competici贸n a los oficiales extranjeros. Ampliar la bolsa de trabajo de esta 馃憣 manera encajar铆a con la trayectoria hist贸rica de la Premier League, completando su viaje de insularidad a cosmopolitismo, de ser una 馃憣 competencia nacional casi completamente cerrada a convertirse en un im谩n global para el talento futbol铆stico. (Hay la pregunta, por supuesto, 馃憣 de qu茅 har铆a esto con la calidad de las ligas en los pa铆ses de env铆o, que inevitablemente ser谩n privados de 馃憣 sus mejores y m谩s experimentados oficiales de partidos, pero el n煤mero que migra ser谩 probablemente peque帽o; solo hay 20 谩rbitros 馃憣 profesionales a tiempo completo en el Grupo 1 de Selecci贸n, la parte superior del escalaf贸n arbitral de la Premier League.) 馃憣 El prestigio internacional y el estado de la lengua inglesa ciertamente ayudan: el ingl茅s ya es el idioma oficial de 馃憣 arbitraje predeterminado en la Copa del Mundo y en la Champions League para los partidos que involucran equipos de pa铆ses 馃憣 que son extra帽os ling眉铆sticos, por lo que la mayor铆a de los 谩rbitros de primera clase del mundo ya son lo 馃憣 suficientemente fluidos como para poder controlar partidos de f煤tbol profesional en ingl茅s.
